Hombres con chalecos y cascos blancos y naranjas llegan de inmediato al Saratoga a apoyar en lo que hiciera falta. Tampoco se arrepiente de ninguno de los incidentes por los que se labró fama de polémico en España. “Los primeros que nos reunimos allí entramos a la escuela. Lo peor estaba por llegar. La mayor parte de los niños ya había salido, pero faltaban algunos. Ricardo Reyes Díaz, el coordinador general del proyecto, es uno de ellos.