Desde su construcción en 1787, la torre ha tenido vínculos inextricables con la zona conocida como Everton. Trabajó en él durante cuatro meses hasta que se decidió incluir el Prince Rupert’s Tower, que se encuentra en el corazón del distrito de Everton. Aparecieron los fantasmas del pasado, los de las remontadas indeseadas, el olor a victoria convertido en derrota tras un bajón espectacular. Se decidió que el color sería azul, como las camisetas del club, y se le encargó a Kelly la tarea de diseñar un escudo que figurara en la corbata.