Dos madres compraban en tiendas cercanas a casa y una abuela tendía la ropa. Casi una hora más tarde se iría la corriente y una explosión estremecería las oficinas de las “facilidades temporales” en la calle Zulueta. Una jueza recién había llegado a su oficina. Tanto que en esta temporada, la camiseta le da a las tradicionales franjas del club un look escamoso y reptiliano.