Y quienes, pese a tirar en la última década a miles de niños que no llegaron a profesionales, dieron una épica a su engranaje luciendo en su camiseta la palabra UNICEF. El dueño de otro de los equipos de la MLB, Bill Veeck, propietario de los Chicago White Sox, anunció que incorporaría los apellidos de sus muchachos en las camisetas. Veeck era un visionario, un empresario que había hecho toda su carrera en el negocio del béisbol, cuatro equipos, deporte que se jactaba de dominar.