Al principio recuerdo que se hacía rarísimo y hasta un punto ridículo ver ese carrusel de logos, tipografías y colores, alguno de ellos le sentaba a las franjas rojas y blancas de la camiseta como un patada en el estómago. Las camisetas procedentes de Tailandia tienen fama de contar con mejores tejidos y remates, tanto en las costuras como en las serigrafías de la camiseta. Y encima tuvieron la desfachatez de vendértelo como una forma de coleccionismo.