Y en aquella única vez en su historia que disputó el gran torneo de selecciones, ni siquiera marcó un gol en la fase de clasificación y perdió los tres partidos. «A mí, la verdad, me da mucha pena que la huella de nuestro país vaya a estar por todas partes en el Mundial menos en el sitio más importante, que es el césped», lamenta Wen, uno de los fabricantes de Yiwu que lleva tres Mundiales enviando camisetas a las naciones anfitrionas.