El mediocampista croata es una de las grandes figuras del equipo y continuará en la disciplina madridista, por lo que es difícil que quieran quitarle esa camiseta. Además, es uno de los pocos jugadores extranjeros que portaron la cinta de capitán del equipo argentino. Esto generó que los fanáticos del cuadro de Chamartín se paren de sus asientos y aplaudieran al 10 del Barza.