No es solo un fuerte debate, es una obra profunda sobre dos hombres que viven y discuten los grandes temas de todos los tiempos, con inteligencia y humor. Su talento era incuestionable, sobre todo con su toque con la izquierda y su disparo de larga distancia, pero ya cuando jugaba se le veía cierta sensación de dejadez, como diciendo «vale abuelo (el entrenador era Luis), yo juego lo que usted quiera pero a mi ritmo, eh?